domingo, 10 de junio de 2007

El sitio de la poesía...

Andando por los senderos que la vida pone ante uno he hallado versos en muchos y hasta extraños lugares. Por ejemplo, en este momento escucho a Ruben Blades y sus temas "América", "El Padre Antonio", "Ligia Elena", "Puedo vivir del amor", o "Plástico", y me pregunto si todos los que han gustado del ritmo salsa habrán puesto atención en la letra... Yo no tanto, y recién lo hago hoy que me veo inmerso en un sitio web de poesía y a propósito de la llamada de atención de un lector que dice que lo que escribo no es poesía, y tiene razón.

Pero volviendo a la salsa de don Ruben, creo que ahí había mucha poesía: "Dicen que para amar hay que sufrir en la vidaaa; dicen que para aaamar hay que sentir la leve heridaaa del amooor. Yo no creo que es así, porque estando contigo de todo lo malo me olvido y me siento feliiiz..."

Pero esos versos no tienen la métrica del texto plasmado en blanco y negro, sino que requieren para ser sentidos ser poseidos por el latido asincopado de la salsa... sa, sa, sa... ritmo que trepa por las venas y músculos de quienes seguro poseemos algún arraigo africano-caribeño-americano. Y danzando con tantas parejas también pude descubrir poesía en la geometría femenina, curvas asintóticas capaces de disparar la imaginación masculina hasta el infinito en un tiro directo al corazón.

La poesía, por lo tanto, no parece estar tanto en las letras o en el vehículo que la transporta, incluyendo la música, sino en el latido y la sintonía del que la lee.

(En esta hora me acordé de ti y de por dónde andarás. Pero seguro estoy que a todas partes llevarás la poesía y convertirás lo que toques en el sitio de ella. Vuelve pronto, un día es demasiado para extrañarte).

Lima, Perú, 06 de Marzo de 2007.

No hay comentarios.: